La mente, destinada a ser un sirviente, quiere actuar como maestro ...
- Fernando Orrego
- 25 sept 2019
- 2 Min. de lectura
Prisión de nuestras formas físicas.
Una de las formas en que la aptitud física ha puesto al alma en jaulas es a través de la sangre . La sangre lleva la emoción, el espíritu. La sangre es, por así decirlo, el vaso del alma, el campo magnético que lo rodea.

Cuando morimos, el latido del corazón del alma física y del corazón se detiene y con ella la sangre deja de fluir. Como resultado, el campo magnético que limita al alma se derrumba y el alma se libera. Un proceso similar ocurre cuando nos quedamos dormidos: la presión arterial y la frecuencia cardíaca disminuyen, la circulación sanguínea se debilita, la jaula se relaja un poco y el ave puede moverse libremente (en un sueño).
Como la sangre es el campo de confinamiento, se convierte en el vínculo entre nuestra existencia física y nuestra alma. Si es el alma la que dirige, si es el alma la que administra el confinamiento para disfrutar de esta maravillosa aventura en el campo físico, ¡todo es perfecto!
Pero la mente, el mundo de las emociones puede querer tomar el control del campo magnético y dictar la vida física de acuerdo con sus diferentes sistemas de creencia y defensa, y ahí es donde todo va mal. La mente, destinada a ser un sirviente, quiere actuar como maestro ...
Puedes transferir el poder de la mente al Alma colectiva dirigiendo la energía del aire que respiramos hacia ella. Si puedes cargar tanto la mente como el alma con más intensidades de campo magnético, entonces podrás sentir la brecha entre la mente y el alma colectiva ... se distancian un poco más entre sí . Nuestra conciencia puede entonces darse cuenta de la diferencia entre los dos. En este momento el automatismo se detiene, la ilusión de la mente de que es el maestro desaparecerá por sí misma.
Puedes dejar el Alma colectiva libre mientras aún te aferras a la forma física, porque no cambiarás nada materialmente; Es un cambio interior. Puede abrir la jaula y dejar que el ave se libere, sabiendo que volverá por la noche. Entonces puedes dejar que el Alma, que está conectada a las energías universales, esté en el centro de tu vida.
El Alma, por su propia naturaleza, es apoyada por las energías del Universo y puede alimentar a su vez la forma física. En ese momento, puedes alejarte de los alimentos materiales matando a otros seres vivos. Podrás liberarte, tu y tu alma, de las cadenas de la mente.
Mr Keshe
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